El regreso a las aulas será escalonado y dividido, y son varios los estudiantes que ansían retornar a ellas en el 2021. En tanto, el desapego a la seguridad del hogar será, para muchos otros, una experiencia devastadora, especialmente para los más pequeños. Para los alumnos en proceso de asimilación de grados superiores, además, se abrirá un telón, llevándolos a un escenario de incertidumbre inicial, donde los agentes educativos jugarán un rol protagónico para la nueva reinvención y adaptación de las instituciones educativas en la visión de un nuevo paradigma.

Uno de los elementos de gran influencia en la efectividad escolar en este nuevo entorno será, entonces, el tiempo dedicado a la enseñanza. El Gobierno, la escuela, la familia y la sociedad serán parte de los nuevos modelos académicos que redibujen estructuras ya adquiridas en la marcha.

Sin embargo, la correspondencia del tiempo-aprendizaje no fue, no es y no será jamás lineal. Por lo que mayor tiempo en las aulas, no llevará necesariamente a mayores aprendizajes si los docentes no se basan en experiencias educativas significativas para los estudiantes. Así, es importante el tiempo de cómo se organizan y se utilizan las interacciones de calidad entre maestros y alumnos, ya sea en entornos presenciales como virtuales.

Más y mejores recursos, como el uso de las TIC, no mejorarán necesariamente el logro de los estudiantes, a menos que cambien las experiencias educativas de los alumnos en todos los niveles, escuelas y comunidades. Los resultados señalan que, más que la modalidad, los elementos decisivos tienen que ver con la calidad de los diseños pedagógicos que están por detrás de esos recursos. La discusión no debiera centrarse en la introducción o no de herramientas tecnológicas, sino en la solidez de los modelos académicos que den vigor al tiempo de calidad otorgado a los estudiantes y en el que cada docente direccione información nueva conectándola con conceptos relevantes ya existentes.

Así, dentro de un episodio de remoción social significativo por el que estamos atravesando todos en la actualidad y en peculiares espacios que han promovido la generación y la producción de procesos de mediación en aprendizajes, especialmente orientados a los estudiantes, es importante implementar el apoyo y encaminar su desarrollo hacia la realización autónoma del conocimiento y la valoración del tiempo. Aparte está la necesidad de capacitar a los docentes en un nuevo modelo flexible, diferente y avanzado, que logre los objetivos que realmente se desean: formar seres humanos. “La decisión de reinventarse reposa en las manos de los protagonistas; y el convertir el presente en una oportunidad, en los arquitectos visionarios del futuro”.

Escrito por:

Litta Yorka Málaga

Docente de la Facultad de Educación de USIL con experiencia profesional interdisciplinaria y curricular orientada a la cultura política y a la realidad de la educación peruana.