El 23 de diciembre de 2021 el Ministerio de Educación publicó la Resolución Ministerial 531-2021-MINEDU en la que señalaban las disposiciones para la prestación del servicio educativo para el 2022(1), considerando la presencialidad y la semi presencialidad de acuerdo con las características de cada colegio. A partir de ese momento, las instituciones educativas se ocuparon en prepararse para ese retorno tan esperado y que había sido negado por espacio de casi dos años.

Comenzó la preparación, casi a marcha forzada, para este proceso adaptativo al que volvíamos con nuevas reglas de juego: protocolos, distanciamiento y burbuja social, nuevos aforos en las aulas, clases híbridas, etc. Pero el mayor desafío fue enfrentar los temores de docentes y padres de familia sobre la posibilidad de contagios masivos que, gracias a Dios, hasta el momento no se han producido.

Y un día volvió la presencialidad con una mezcla de entusiasmo e incertidumbre que poco a poco fueron desapareciendo. Sobre todo, cuando vimos los rostros de nuestros niños y jóvenes que, si bien se encontraban cubiertos por mascarillas, a través de sus ojos y expresiones nos mostraban la alegría de este reencuentro con sus compañeros y maestros, compartiendo en sus escuelas, experimentando y vivenciando aprendizajes significativos, reaprendiendo a convivir con sus pares, a relacionarse, a empatizar y generar vínculos. En resumen, volviendo a desarrollar de manera natural y espontánea lo que por su edad les tocaba vivir.
Hoy, luego de un mes y días de este anhelado retorno podemos sacar importantes conclusiones:

  1. La importancia de priorizar en las escuelas el desarrollo socio emocional de los estudiantes.
  2. La necesidad de formar estudiantes independientes, autónomos, con iniciativa, capaces de solucionar problemas, empáticos, solidarios y con valores que aporten a la sana convivencia escolar.
  3. Existen brechas en los aprendizajes alcanzados en relación a los esperados durante estos dos años, lo que nos reta a replantear las estrategias y metodologías con los estudiantes.
  4. El compromiso de los maestros es fundamental para poder atender, con vocación de servicio, las necesidades integrales de sus estudiantes.
  5. La comunicación interna y externa debe ser una prioridad entre los integrantes de cada comunidad educativa (Directivos, maestros, estudiantes y padres de familia).
  6. El trascendente rol del padre de familia en esta nueva situación, comprometido más que nunca con el acompañamiento y apoyo a sus hijos, dándoles seguridad y confianza.

(1) https://www.gob.pe/institucion/minedu/normas-legales/2589329-531-2021-minedu

Fuentes de investigación
(1) https://www.gob.pe/institucion/minedu/normas-legales/2589329-531-2021-minedu

Escrito por:

Mg. Marta Vértiz Pardo Figueroa

Docente a tiempo parcial de la Facultad de Educación, en la especialidad de Educación Inicial - USIL.