Las patentes se definen como toda creación industrial que presente una ventaja técnica, solucione un problema y tenga un nivel inventivo con una funcionalidad (Indecopi). En ese sentido, se pueden realizar creaciones desde productos nuevos, sistemas y equipos que sean innovadores en el mercado o que mejoren productos existentes, brindándoles mayores características de las que ya poseen.
Una de los elementos creados por el avance tecnológico fueron las Inteligencias Artificiales (IA), las cuales surgieron para facilitar la autonomía de sistemas y como un asistente en los cálculos y programaciones de actividades en los años de 1950 (WIPO), sin embargo, no eran conocidas como tales. La expresión de "Inteligencia Artificial" nace 6 años después de su creación dentro de un proyecto de investigación realizado por Trenchard More, John McCarthy, Marvin Minsky, Oliver Selfridge, Ray Solonoff en 1956.
Desde entonces hasta la actualidad, se han realizado diversos estudios sobre el desarrollo de la IA en el mundo y su implicancia en el avance tecnológico. Más de 1,6 millones de artículos científicos han estudiado la IA como parte de las tecnologías y cómo ha sido un complemento de apoyo para facilitar el funcionamiento de diversos equipos. En la actualidad, se tienen registradas aproximadamente 340,000 patentes que están influenciadas por la IA o se enfocan en su utilización en el desarrollo.
Si bien el desarrollo de la IA ha proporcionado grandes avances en el campo científico desde una perspectiva educativa, también ha conllevado a un uso innecesario en ciertas etapas del recorrido, denominadas “inviernos de la IA”. Estos son periodos en los que se pensaba que se había alcanzado el culmen del desarrollo y avance de la IA.
En la última década, la IA ha presentado un desarrollo abismal respecto a las décadas previas, situando su utilidad en la tecnología de entornos virtuales. Esto permite mejorar el desarrollo de las actividades, desde el planteamiento y automatización del funcionamiento de equipos hasta la interacción de las personas en estos entornos. Además, la IA puede realizar representaciones propias y adquirir conocimiento o un pseudo aprendizaje a partir de lo presentado en su medio de trabajo.
En los últimos años, la inteligencia artificial ha formado parte no solo en la computarización de las patentes sino también en su desarrollo. Esto incluye desde la redacción de textos hasta la creación de imágenes según lo requerido para el desarrollo de un documento técnico. En ese sentido, se ha convertido en una herramienta muy versátil para la generación de patentes.
Sin embargo, una duda que surge a partir de las facilidades que brinda la IA en el desarrollo de patentes es su capacidad para generar documentos técnicos a raíz de pequeños cambios en patentes ya otorgadas. Es decir, la posibilidad de crear patentes de forma autónoma. Si esto no se maneja con la supervisión adecuada, puede llevar a una masificación de material que no busca necesariamente la solución a un problema, sino que facilita la obtención de patentes.