La historia de cuatro estudiantes de USIL que ganaron el Effie College

Si antes se solía decir que la vida puede cambiar en un abrir y cerrar de ojos, hoy la frase requiere de una actualización y de un gesto mucho más contemporáneo: la vida puede cambiar solo con deslizar un dedo. Eso fue lo que pasó, así comienza esta historia, con un dedo deslizándose por una pantalla. Una aplicación de moda abierta, un teléfono móvil y miles de posibilidades. Algunos dirían que fue el destino, como suele ocurrir en las épicas historias griegas, aquellas de héroes victoriosos, pero no. Nuestras heroínas son cuatro y lo que ese dedo curioso reprodujo fue un video de Tik Tok que cambiaría sus vidas.

“Todo fue porque vi un video de una chica que acababa de ganar un Effie College y de inmediato pensé que teníamos que participar. Si no participamos, estaríamos haciendo algo mal”, cuenta Natalia Rodríguez Frías, con un entusiasmo que contagia. Viste un polo blanco, el cabello recién lavado y dos collares que destacan en su cuello. “Yo sabía qué eran los Effie, pero no sabía lo que eran los Effie College”, agrega Natalia, quien en ese momento salió de la aplicación y fue inmediatamente a Google a buscar información sobre ese premio tan conocido en el mundo de la publicidad y que parecía tener una categoría universitaria de la que nunca había escuchado.

Natalia empezó a seguir a los Effie en cuanta red social encontraba a su paso, ingresó a YouTube y miró todos los videos que pudo. Empezó un trabajo detectivesco de encontrar las fechas de las nuevas convocatorias. Ella calculaba que, si los resultados se entregaban en junio, la convocatoria debía ser a principios de año. Pero necesitaba estar segura.  

El camino a los Effie College

Con los datos confirmados Natalia habló con sus amigas Anapaula Córdova, Joan Valenzuela y Paola Bernaola. “Chicas, tenemos que participar”, dijo y las cuatro asumieron el reto. Pronto, al otro lado de Lima, el profesor de la Facultad de Comunicación, Pedro Córdova Piscoya, recibió un mail. “Profesor, queremos participar en el Effie College, ¿tendría tiempo para que sea nuestro asesor y revise nuestros avances?”.

“Recibí el pedido con mucho agrado. Si bien no estaba al tanto de las fechas, sí sabía del Effie College y era la primera vez que me pedían que fuera asesor, así que acepté con gusto”, recuerda Pedro Córdova, un hombre con más de 15 años dedicados a la educación en USIL y que una noche se sentó a conversar sobre el logro de sus alumnas. “Son muy buenas, muy independientes y autónomas. Cuando se contactaron conmigo ya habían empezado con su investigación y me facilitaron mucho la tarea”, reconoce al momento que reproduce en su cabeza las conversaciones con sus estudiantes. “Profesor, estas son las marcas que están participando, pero creemos que debemos enfocarnos en Dento. Las chicas sustentaron sus argumentos y tenían razón, así que empezamos”.

Trabajar con amigas

Para algunos trabajar con sus amigos puede ser una mala idea, al menos riesgosa. Está siempre latente la posibilidad de que la amistad adormezca las responsabilidades. Pero, Anapaula, Joan, Paola y Natalia se conocían desde el primer ciclo y desde el tercero hacen todos sus trabajos juntas. “Siempre hemos estado unidas, nos entendemos bastante bien y nos conocemos lo suficiente como para trabajar juntas”, afirma AnaPaula, quien cada vez que intenta recordar algo eleva la mirada, como si buscara en una gran bandeja mental las imágenes de su pasado.

A Joan le gusta los animes y los mangas y está cada vez más convencida de que el diseño es a lo que se quiere dedicar. Natalia es practicante en Pacífico Seguros, ha sido asesora de inglés y realizado voluntariados. Paola es practicante de Oriflame Cosmetics y ha llevado cursos de fotografía profesional. A Anapaula le gusta la ciencia ficción, leer y ver Gilmore girls. Su familia, llena de economistas y administradores, no estaba del todo convencida de que estudie comunicaciones y por eso este premio tiene un sabor especial para ella. “Les he podido demostrar que las comunicaciones son importantes y que me puedo abrir camino no solo en el Perú, sino también en el extranjero”.

Para el profesor Córdova, el Gareca de este equipo ganador, sus alumnas le demostraron que eran unas triunfadoras desde mucho antes de los Effie.“Las conocí a las cuatro porque les enseñé Teoría de la Comunicación en cuarto ciclo. Luego las tuve al inicio de la pandemia en un curso que se llama Fundamentos de la Publicidad. Y me demostraron en ese curso que trabajaban muy bien en equipo e hicieron un muy buen trabajo final”, asegura el profesor Córdova.

La falta de sueño suele atentar contra la tolerancia y la paciencia. Más todavía cuando es de madrugada, cuando hay tareas de la universidad pendientes, y cuando hay trabajos de las prácticas preprofesionales que no pueden esperar. “Tuvimos muchas malas noches, sin dormir, conectadas horas para resolver cuestiones del formulario que había que presentar a los Effie además de la carga académica que ya teníamos”, recuerda Paola antes de reconocer que el conocerse tan bien ha hecho que sepan tratarse y evitar discusiones, aunque en ocasiones pensaran diferente.

-         A mí me gusta esta idea.

-         Pero esta es la que me gusta a mí.

-         Pero ¿por qué? A ver véndemela.

-         ¿Qué?

-         Convénceme de tu idea y si lo consigues esa es. Pero si no seguiremos buscando.

El diálogo corresponde a un recuerdo de Paola, quien sostiene que lejos de estresarse por las diferentes ideas y maneras de pensar, su forma de trabajar las ayudaba a reconocer la fortaleza a través de argumentos. “Le dije a Nat literalmente que me vendiera la idea y si me convencía esa era. Es la mejor forma de poner a prueba la validez de una propuesta y quedarte con la más sólida e ir descartando las que no resistan cuestionamientos”, indica.

Una etapa complicada, reconocen las chicas, al momento de la postulación, fue sintetizar sus ideas en la cantidad de palabras que solicitaba en comité organizador. “Era muy poco espacio para todo lo que teníamos que decir y explicar”, señala Anapaula. “Pero eso nos forzó a desarrollar aún más nuestra capacidad de análisis y de resumen para que se entienda lo que queríamos proponer y los resultados a los que apuntábamos”.

Otro momento valioso, luego de la investigación y el concepto, fue la generación de las piezas gráficas. El diseño estaba a cargo de Joan, quien en más de una oportunidad debió defender sus diseños frente a sus compañeras. “Me mantuve firme porque era en lo que creía. Les dije que era mejor que algunas piezas no se parezcan tanto a las que ya usa Dento y que las que teníamos en manos se veían mejor”, recuerda Joan, quien, al mismo tiempo, cuando enviaba las artes a sus compañeras les pedía que la critiquen todo lo que pueda. “Destruye mi idea si es necesario”, decía, incentivando a que todas aporten y que el resultado sea el mejor posible.

Un galardón al esfuerzo

En 1968 Elvis Presley regresaba al mundo del espectáculo con un programa de televisión en la NCB, Richard Nixon ganaba las elecciones presidenciales por un muy corto margen y la American Marketing Association creaba los premios Effie, los más importantes de la publicidad en todo el mundo. Ganar un Effie es el equivalente a un balón de oro para un futbolista, un Oscar para un actor de cine o un Grammy para un cantante. 

Desde el 2019 los Effie College se entregan en el Perú y con ellos se reconoce no solo el esfuerzo y la creatividad, sino también los resultados y el alcance de los objetivos. De allí que la fase de investigación sea tan importante. Tanto Joan, como Natalia, Anapaula y Paola realizaron entrevistas a profundidad a personas que podían ser el público de su marca. Revisaron campañas anteriores, se informaron y sostuvieron reuniones con profesionales que las ayudaron a entender mejor lo que necesitaban hacer.

“En este tipo de concursos se deben argumentar las propuestas. Uno no puede decir que cree o que le parece tal cosa. No. Esto es así por A, B y C. Y son dos filtros, primero presentas el formulario con el planteamiento, los indicadores y toda la propuesta. Y luego, tras esa presentación, pasamos a la final”, comenta el profesor Córdova antes de advertir que fue entonces cuando ocurrió un inconveniente.

Las chicas habían presentado un plan para un contexto sin pandemia. Y el jurado se los hizo ver como algo que corregir. De pronto, el esfuerzo y sus ideas si bien las habían llevado a la final, ahora debían reformularse para ajustarse a la realidad vigente. “Allí ocurrió un entrampamiento, las chicas me preguntaron cómo podían hacer para adaptar su trabajo. Buscamos muchas opciones. Hasta que ellas mismas, gracias a que se reunieron con David Fernández Valdivia y Rafael Castañeda, especialistas en medios, consiguieron los argumentos que necesitaban para adaptar su plan”, asevera Córdova, quien agrega que no puede dar a conocer la resolución de la propuesta por un tema de confidencialidad con la marca.

Y las ganadoras son…

Habiendo pasado a la final, la misma que consistía en una sustentación online de la propuesta, Anapaula, Natalia, Joan y Joana diseñaron un plan para que nada pueda salir mal. No solo practicaron una y otra vez la sustentación. Un poco más rápido, un poco más lento, vocaliza mejor, ¿cuánto tiempo fue? Nos sobra, nos falta, ya. Estamos listas. Incluso, eligieron el color de la vestimenta que usarían durante la presentación ante el jurado usando los colores de la marca Dento. No dejaron nada al azar.

Luego de esa presentación las chicas estaban seguras de haber hecho un buen trabajo, pero el resultado no lo conocerían hasta unos días después. Pero no el día y la hora que los organizadores pactaron.

El día del anuncio de los ganadores todo estaba listo. Faltaban algunos minutos para que se proclamara lo que todos esperaban. Pero nuevamente un dedo, el mismo que inició esta historia sería el medio para conocer los resultados antes de tiempo. En la página web de los Effie estaba subido el video de los ganadores, incluso antes de que se dieran a conocer “en vivo”, a través de una plataforma virtual. “Chicas, creo que ganamos”, dijo Natalia. Era anticlimático, pero a la vez una buena noticia. Aún así debían permanecer conectadas y ver que efectivamente se hiciera público -más público- el anuncio.

Y así fue. El actor y maestro de ceremonias, Marco Zunino, presentó a las ganadoras de la cuenta Dento y en las imágenes, que luego cada una de las integrantes subió a sus redes, se les puede ver moviendo los brazos en señal de victoria y un grito de “Vamos, Perú”, expresando la alegría de un objetivo logrado.

Rápidamente la noticia viajó hacia diferentes puntos de la ciudad, las casas de las ganadoras, del profesor, del decano, de los demás profesores de la facultad. Muy pronto todos sabían la noticia. USIL había ganado un Effie College y un gran futuro profesional sin límites para Joan, Natalia, Joana y Anapaula recién comenzaba.