Estimados delegados a la presente sesión de Simoea,
Me siento muy contento de estar esta mañana ante ustedes, señores delegados y autoridades de SIMOEA, para que al inaugurar vuestros trabajos, les pueda trasmitir algunos.
Primero, porque siempre he sido un seguidor cuidadoso y objetivo de la labor de nuestra OEA. Dejando atrás al Congreso de Panamá, de 1826, aparece en 1890, en la ciudad de Washington, la Conferencia Internacional Americana que, con ánimo profético establece la Unión Internacional de Repúblicas Americanas, semilla del Sistema Interamericano que crea medio siglo después, con el objetivo máximo de la Integración, la Organización de Estados Americanos, en Bogotá, en 1948, con su Secretaría General en pleno uso de sus facultades regionales. Y para la correcta historia, fue pues una invitación del gobierno de Estados Unidos, que presidía el republicano Benjamín Harrison, la que desencadenó a fines del siglo 19 el proceso que ha continuado ininterrumpidamente hasta hoy día.
Segundo, ello nos hace testigos de muchos aciertos y triunfos y que permite verificar que mucho se ha avanzado en hacer de nuestra organización un poderoso baluarte al ser conformada por los 35 estados independientes de las Américas que buscan unánimemente el objetivo máximo de la integración en muchos campos internacionales y que, sin duda, ustedes van a tener que tratar y decidir hoy. Con el cambiante mundo de hoy, no nos podemos permitir derrotas en los temas candentes que están en las manos de los países que, de un lado y del otro, quieren o no que cambie todo acorde con los tiempos que sufre la humanidad.
Por ello, es necesario que para entender lo que nos ocurre en el siglo 21, debamos comprender lo acaecido en el 20 y, desde luego, lo acaecido en el siglo19.
Pienso que ustedes ya saben todo esto. Es por ello, que hay que actualizar la primera recomendación de la Conferencia InternacionalAmericana, allá por 1890, que señaló que se reunían “con el objeto de discutir y recomendar a los respectivos Gobiernos la adopción de un plan de arbitraje para el arreglo de los desacuerdos y cuestiones que puedan en lo futuro suscitarse entre ellos; de tratar de asuntos relacionados con el incremento del tráfico comercial y de los medios de comunicación directa entre dichos países; de fomentar aquellas relaciones comerciales recíprocas que sean provechosas para todos y asegurar mercados más amplios para los productos de cada uno de los referidos países” .
Ya en 1970, en funcionamiento los períodos de sesiones de la Asamblea General de la OEA, la Organización respecto de los temas legales que se iban a tratar, en los siguientes años comenzó a obtener resultados como en: la Organización Panamericana de la Salud; la regulación de la extradición, se declaró que la conquista no crea derechos y formuló lineamientos para la elaboración de un Tratado de Arbitraje como medio de resolver controversias entre las naciones americanas evitando la guerra.
Bastante ha hecho la OEA desde entonces: el evitar o prevenir conflictos entre los Estados Americanos, adoptando en La Habana, en 1928, la Convención sobre Derecho Internacional Privado llamado Código Bustamante, que constituyó un importante paso hacia la codificación y el desarrollo progresivo del derecho internacional privado. La creación de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), y en 1933, se aprobó la Convención sobre los Derechos y Deberes de los Estados en la que se reitera el principio de que ningún estado tiene derecho de intervenir (prohibición de intervención) en los asuntos internos o externos del otro, y se subraya la obligación de todos los estados de resolver por los medios pacíficos reconocidos las divergencias de cualquier tipo que se susciten entre ellos.
Compaginando su apoyo a la nueva Naciones Unidas, fueron en los periodos entre los años 1945 y 1947 que los cancilleres vieron temas y decidieron sobre la adopción del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, el TIAR, para asegurar una defensa mutua entre los estados contra potencias de otras regiones, coincidiendo con los inicios de la guerra fría.
Lo dijimos antes y ahora lo ampliamos: a la adopción, en Bogotá, de la Carta de la Organización de los Estados Americanos, se puso en marcha el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas (el Pacto de Bogotá) y la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre. En la misma Conferencia, se aprobó el Convenio Económico de Bogotá, que se propuso fomentar la cooperación económica entre los Estados americanos, pero que nunca entró en vigencia. Todo esto se deberá tener en cuenta como parte del afianzamiento de la OEA que comprende su participación en los grandes eventos americanos..
Por ello, veamos que, por ejemplo, en la crisis de los misiles que creó un panorama de terror al pensarse en una tercera guerra mundial fue un mal ejemplo de la no participación de la OEA. Igual, en lo ocurrido en el año 1982 con la guerra de las Malvinas, y el apoyo que EEUU le dio a Gran Bretaña en la contienda, pese a las protestas de otros países americanos entre ellos el Perú, que en el gobierno de Fernando Belaúnde Terry intervino como activo mediador.
La modernidad de los tiempos hizo que las actividades de la Organización de Estados Americanos fueran reemplazadas, desde 1970, por los períodos de sesiones de la Asamblea General de la OEA. Si de avances en los temas internacionales se trata, fue en 1986, en los tres últimos años de la guerra fría, en cuando la Asamblea General estableció la Comisión Interamericana en Contra DEL Abuso de Drogas (CICAD), como organismo técnico de la institución. Y empezó una lucha que sigue hasta el día de hoy contra uno de los problemas más grandes que esta afrontando la humanidad como es el uso de las drogas.
Sabemos bien que los cinco pilares en los que descansa el Sistema Interamericano son: la democracia y su promoción; los derechos humanos y su defensa; la seguridad, con un enfoque multidimensional; el desarrollo integral y su fomento; y la cooperación jurídica interamericana lo que nos hace ver, con claridad, que la OEA, con sus 35 estados miembros, constituye el único foro gubernamental político, jurídico y social del Hemisferio. Además, son 69 estados Observadores y la Unión Europea muestras la importancia que da la comunidad internacional a nuestro organismo americano.
Es así que muchos temas tenemos en nuestra mesa para que esta SIMOEA, con sus 20 países participantes, prepare sus debates, acuerdos y consensos que se centralizarán en los proyectos de resolución que aprueben esos países que serán trabajados en sus comisiones hoy y mañana. No olviden que el “Consenso” de éstas es la decisión ideal para que los miembros se sientan obligados en su voluntad política.
Varias decisiones importantes ha tomado la OEA en los pasados 70 años, recordémoslas: la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, en 1948; la Convención Americana sobre Derechos Humanos, en 1969; Declaración de Principios sobre Libertad de Expresión dentro del Sistema Interamericano, el 2000 y, sin duda la más impactante por sus alcances jurídicos, fue cuando el 11 de setiembre de 1991, en la Cumbre en Lima, se aprobó la Carta Democrática Interamericana cuya intención era y es abolir todo signo de dictadura y quiebre de los derechos humanos, de manera que impere la democracia en todo el Continente.
Al lado, observamos los tres documentos emitidos por la Secretaría General que facilitarán vuestros trabajos como la:
Guía de la Conferencia con la Simulación del Modelo de la OEA 2018. Guía de Estudio de la Comisión de Seguridad Hemisférica y, la Guía de Estudio con la preparación de un papel sobre la Crisis Política en Nicaragua y el rol de la OEA, que trata de los comités internos de defensa y agresión, pandillas delictivas –maras les llaman-.que dan el enfoque completo de la crisis. Como resultado tangible, la OEA ha convocado en Washington al Consejo Permanente para examinar la grave situación en ese país hermano centroamericano.
Agreguemos asuntos prioritarios como son: el gigantesco éxodo de venezolanos que ameritan una reunión de emergencia a corto plazo de los países interesados en una solución integral de esta huida masiva; y el Medio Ambiente en su vinculación con el desarrollo integral que enfrentan nuestros países desde hace cinco décadas. Los próximos meses el continente americano, y el mundo, observarán la marcha de México y su gobierno entrante; Brasil con una escena en la que un político, condenado en todos los niveles a 13 años de prisión; tiene un apoyo impresionante de las encuestas, pero teniendo al frente a un candidato que representa al ala ultraderecha de la política de ese país y que menciona, entre otras cosas, que hay que abandonar el multilateralismo, lo que obliga a los demás países miembros a manejarlos al nivel multilateral y multipolar, por las implicancias que tienen fuera de sus fronteras cuando tengan que ver, preferentemente, con democracia, derechos humanos, seguridad y desarrollo integral, todo asentado en la jurisprudencia que solo puede otorgar la OEA.
Señores delegados, el buen éxito de este período de sesiones de SIMOEA está en vuestras manos. Demuestren al final de sus debates y decisiones que el Sistema Interamericano está en marcha y goza de buena salud. Mi aplauso para todos ustedes.