Los avances tecnológicos suponen a menudo retos que las sociedades deben asumir para poder beneficiarse de ellos, pues son potencialmente transformadores de aspectos clave de la realidad, como la educación, los negocios o la salud. Tal desafío puede resultar mayor con la aparición de tecnologías disruptivas, innovaciones que suelen provocar la desaparición de productos o servicios utilizados hasta ese momento, como ocurrió con la máquina de escribir ante el ingreso de las computadoras.
Una ventaja frecuente de las tecnologías disruptivas es el ahorro en los costos de producción, lo cual abarata el precio final del producto deseado. Ese fue el caso, por ejemplo, de Wikipedia y la paulatina obsolescencia que sufrieron las enciclopedias a causa de su aparición.
Por este motivo, quizás uno de los sectores sobre los que estas tecnologías pueden tener un impacto más profundo es la economía, considerando que reemplazar una herramienta vital para una actividad en específico, por otra recién desarrollada y más eficiente, puede alterar la forma en que se obtenía hasta entonces, por ejemplo, un servicio. En ese sentido, no hay modelo de negocio, concebido para cubrir una necesidad, que no pueda quedar obsoleto.
Un ejemplo de una economía que se reconfiguró a raíz de la tecnología es Singapur. Este país no se cansa de innovar en busca de opciones más inteligentes y eficientes de cubrir las necesidades de sus ciudadanos: desde sensores que monitorean la polución hasta hospitales robotizados, por mencionar algunas 1 . Esto puede explicar por qué actualmente, de acuerdo con el Global Startup Ecosystem Report 20192 , cuenta con uno de los talentos humanos mejor capacitados tecnológicamente del mundo.
En el caso de países como Perú, si bien estamos lejos de desarrollar por cuenta propia un volumen de innovaciones disruptivas similar, resulta primordial que el Estado y el sector privado adquieran una alta capacidad de adaptación al cambio e innovación. Esto es así porque los avances continuarán arribando y transformando nuestros hábitos de consumo, como ha ocurrido ya con los aplicativos móviles para el servicio de taxi y delivery de comidas, y el de streaming de video.
Esto quiere decir que, por cada tecnología disruptiva que amenace la continuidad de un negocio local o que afecte a una de nuestras industrias, los líderes empresariales deberán ser lo suficientemente hábiles como para ver en ellas oportunidades y reaccionar con suficiente anticipación. Las organizaciones mejor preparadas para beneficiarse de estos cambios serán aquellas que consigan agregar valor desde la innovación constante.
Por otro lado, además de contribuir a cerrar la brecha tecnológica que separa a Perú de los países desarrollados, el incremento de profesionales altamente capacitados, entre ellos ingenieros, será esencial para ampliar y diversificar la capacidad de innovación en el país.
Si se evalúan los resultados del reporte World Intellectual Property Indicators 2019, Perú se encuentra rezagado con respecto a sus pares de la región: en el 2018 se solicitaron poco más de 1,200 patentes, en contraste con las que se procesaron en Brasil (24,857); México (16,424); Argentina (3,667); Chile (3,100); y Colombia (2,223). Eso sin tomar en cuenta el volumen de invenciones de las naciones más desarrolladas como China (1.5 millones); Estados Unidos (597,141) y Japón (313,567)3 .
Estos profesionales, además, brindarán a los sectores productivos la curiosidad, imaginación y creatividad que hace falta cuando se trata de convertir desafíos en oportunidades.
Asimismo, la clase empresarial peruana, de la mano del Estado, deberá hacer frente al auge de las tecnologías disruptivas desde una perspectiva de permanente emprendimiento. Esto proveerá a las organizaciones del dinamismo indispensable para subsistir en un ambiente competitivo que amenaza transformar el core de su negocio constantemente, como una vez lo hizo, por ejemplo, el video streaming con marcas globales como Blockbuster.
Afortunadamente, Perú es un país reconocido por ser uno de los más emprendedores del mundo: en el 2018 le fue concedido el quinto puesto mundialmente en este aspecto por el informe Global Entrepeneurship Monitor (GEM)4. Esta cualidad, potenciada por una sólida preparación académica, puede significar una gran ventaja frente a cada tecnología que pueda replantear para siempre una actividad productiva esencial en la vida de los peruanos.
1 BBC Mundo “Singapur: qué está haciendo el país más caro del mundo para convertirse en el más inteligente” Febrero, 2017. En: https://www.bbc.com/mundo/noticias-38894741 Última visita: 27-12-2019
2 Startup Genome Global Startup Ecosystem Report 2019. Mayo, 2019, versión 1.7, p 41. Disponible en: https://startupgenome.com/all-reports Última visita: 27-12-2019
3 World Intellectual Property Organization. “World Intellectual Property Indicators 2019”. pp. 59-63. Disponible en: https://www.wipo.int/edocs/pubdocs/en/wipo_pub_941_2019.pdf
4 Bosma, Niels y Kelley, Donna y Global Entrepeneurship Research Association (GERA) Global Entrepeneurship Monitor: 2018/2019 Global Report. Santiago de Chile: 2018 p 95. Descarga virtual en: https://www.gemconsortium.org/