El 9 de setiembre se celebró el Día Internacional de la Igualdad Salarial. A nivel nacional, se estima que el salario percibido por las mujeres es en promedio 29% más bajo, comparado al salario percibido por los hombres. Asimismo, a pesar de un crecimiento importante del nivel educativo y de la participación de la mujer en el mercado laboral en los últimos años, siendo la tasa de actividad femenina de 64% en el 2018, aún varios indicadores no son favorables, por ejemplo, la tasa de empleo informal fue de 75,3% para las mujeres contra 70,1% para los hombres en el 2018 y la tasa de empleo vulnerable fue de 53% para las mujeres contra 43% para los hombres en el mismo año (Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo, 2019).
Asimismo, varios factores se pueden identificar para tratar de explicar las diferencias de ingresos entre hombres y mujeres. Según los datos de la Encuesta Nacional del Uso del Tiempo (ENUT), las mujeres dedican mayor tiempo promedio a las actividades reproductivas dentro del hogar, el 70% del total de horas declaradas, este nivel puede aumentar a 80% para actividades específicas como actividades culinarias o para el cuidado de personas con discapacidad (Beltrán & Lavado, 2014). Este tiempo orientado a las actividades reproductivas genera un déficit de tiempo para otro tipo de actividades vinculado al descanso o al desarrollo profesional (Beltrán & Lavado, 2014).
Varios estudios de investigación aplicados a la economía laboral utilizan métodos de descomposición de la brecha de ingreso entre un componente relacionado a diferencias en características observables, tal como la educación, los años de experiencia, el tiempo laboral y otra parte vinculadas a diferencias en características no observables, tal como sesgos inconscientes y discriminación potencial, basado en el modelo tradicional de Oaxaca-Blinder (Blinder, 1973; Oaxaca, 1973). A lo largo del tiempo se desarrollaron otros métodos con mayor robustez, analizando la brecha de ingreso a nivel distribucional por ejemplo (DiNardo et al., 1996). Así, al analizar las estimaciones por cada quintil de ingresos, se observa también para el caso de Perú que la brecha salarial entre mujeres y hombres si bien persiste, disminuye conforme el ingreso va incrementando.
Fuentes de investigación
- Beltrán, A., & Lavado, P. (2014). El impacto del uso del tiempo de las mujeres en el Perú: Un recurso escaso y poco valorado en la economía nacional.
- Blinder, A. S. (1973). Wage discrimination: Reduced form and structural estimates. Journal of Human Resources, 436–455.
- DiNardo, J., Fortin, N. M., & Lemieux, T. (1996). Labor market institutions and the distribution of wages, 1973-1992: A semiparametric approach. Econometrica: Journal of the Econometric Society, 1001–1044.
- Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo. (2019). Informe anual de la mujer en el mercado laboral 2018. Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo.
- Oaxaca, R. (1973). Male-female wage differentials in urban labor markets. International Economic Review, 693–709.