¿Cuál será la estrategia que una empresa va a adoptar? ¿Se va a diferenciar o liderar en costos? Al optar por una u otra, todas las actividades de la organización deben estar alineadas hacia la concreción de los objetivos seleccionados para cumplir así con la misma. Eso sí, siempre teniendo en cuenta el mercado objetivo. Sería muy descabellado ofrecer un diferencial como el lujo a un mercado que no puede pagarlo.
Ahora bien, una vez que se tiene el pilar estratégico también se debe comenzar a delinear cómo será el bien a ofrecer, hablamos del producto o servicio. ¿Cómo será el envase? ¿Cuál será la marca? ¿Cumple con los requisitos de una marca prometedora? ¿Dónde se va a vender el producto? ¿Se van a ofrecer diferentes tamaños? ¿Sabores? ¿Opciones? ¿De qué manera el potencial cliente conocerá y reconocerá el valor del producto? Y ahí no culmina la tarea, ¿una vez que el producto se adquiere, nos olvidamos de él o lo fidelizamos por medio del marketing de relaciones?
Cómo se puede apreciar, las dimensiones y tareas del marketing no son banales y mucho menos efímeras. Se han convertido hoy en día en una disciplina que brinda el soporte necesario para cualquier empresa u organización ya que, por medio de la misma, se puede alcanzar el mercado seleccionado optimizando acciones, con todo lo que eso implica. Y esa implicancia requiere de profesionales con la vocación de tomar la iniciativa, con la creatividad y conocimientos necesarios para brindar al mercado y a la empresa lo que ambas necesitan: valor.
Este camino de la construcción del valor apoyado y sustentado en el marketing se ha afianzado con el tiempo como una profesión fundamental para cualquier empresa, y el éxito muchas veces tiene en el experto de marketing uno de sus principales motivos, ya que es él quien genera el equilibrio necesario de todas las aristas mencionadas.
Considero que quedó más que evidenciado. Pero, si se tuvieran que mencionar los aportes del marketing y sus profesionales hoy en día, indiscutiblemente en el top 5 serían los siguientes:
1 - Analizar y reconocer el perfil de los consumidores, lo cual se traduce en lo que requiere el mercado.
2 - Identificar el comportamiento de este público objetivo, es decir, ¿de qué manera compra y por qué?
3 - Definir la estrategia más conveniente para la empresa en términos del mercado al cual se dirige. Alinear las acciones necesarias para penetrar su mercado.
4 - Saber desarrollar las variables producto, precio, plaza y promoción. ¿Cómo será el producto o servicio?
5 - Brindar experiencias únicas en todo el viaje del cliente, desde que conoce la marca hasta su recompra. Evitar la burocracia, fomentar la innovación y generar momentos únicos para los clientes desde todo punto de vista.
5 aportes que hoy no serían posibles sin los mercadólogos y que, sin duda, de los cuales, las empresas se benefician ampliamente.
¡Feliz día del mercadólogo!