Las competencias son aquellos “repertorios de comportamientos que algunas personas dominan mejor que otras, lo que las hace eficaces en una situación determinada” (Levy – Leboyer, 2003).
Esta definición gráfica de la importancia del Modelo Conceptual de Desarrollo Empresarial basado en competencias debe ser parte de la formación de todo emprendedor, ya que tendrá que lidiar continuamente con variables sociales, culturales, psicológicas y económicas; por tanto, la formación en competencias permite que tenga altas probabilidades de convertirse en un empresario exitoso, capaz de generar riqueza y desarrollo.
Existen dos tipos de competencias: las de conocimiento y las personales, entendidas como las habilidades, comportamientos, actitudes y valores necesarios para convertirse en un empresario de éxito.
Este modelo tiene 6 etapas en su proceso. En esta oportunidad abordaremos en la primera, “la formación en espíritu empresarial “ que se manifiesta en las siguientes competencias:
Dentro de la energía, emoción y actitud podemos resaltar la importancia de sembrar el coraje, la dedicación constante, buscar siempre el estadio superior, tener iniciativa tomando como nuestro mejor aliado a la emoción para impulsar las ideas.
En lo que respecta a la cognición y creación, prepararse para identificar oportunidades, leer el entorno social y económico para encontrar nuevas opciones, percibir tendencias, prever lo que va a ocurrir y tener la habilidad para encontrar múltiples formas de solución a los problemas.
Acerca del autodominio y autocontrol se debe cultivar la capacidad de reaccionar de forma flexible, oportuna y acorde a los nuevos requerimientos del entorno, asumir la responsabilidad de los resultados logrados, sean ellos favorables o desfavorables, no estar pensando en culpables o benefactores, considerar el pragmatismo necesario para llevar a cabo los proyectos, ser precavidos para controlar los recursos (personas, tiempo, dinero, entre otras cosas y situaciones).
Y, finalmente, el impacto social que conlleva a formarse en cultivar la capacidad de comprender y aplicar la idea de que el progreso y el bienestar se deben construir respetando al ser humano y a la naturaleza, ilustrarse en percibir y asimilar los diversos elementos que se dan alrededor de una situación, armar el rompecabezas y permitir lograr que los compañeros acepten nuestras ideas y accionar porque encuentran en ello un punto de comunicación y de empatía.
