Hace algunas semanas estuve revisando información muy interesante acerca de la importancia actual del Marketing. En el artículo, su autor hacía referencia a una expresión muy vendedora del CEO de Zara, Amancio Ortega: “Mi gran consejo a quien quiera hacer algo rompedor es que mire la calle”.
Efectivamente, hoy más que nunca, es un exigible que la gente que trabaja en Marketing debe “pisar la calle” y esto se debe a que vivimos la época del consumer centric o negocios centrados en el cliente, una expresión que se refiere a que las empresas se jactan de comercializar bienes y servicios que satisfacen deseos y necesidades de su mercado objetivo, pero lo que es una realidad es que debemos entender lo que los clientes realmente quieren, no lo que dicen que quieren, o lo que pensamos que deben querer.
Las necesidades se satisfacen en un alto nivel y los clientes o consumidores ya piensan de inmediato en niveles superiores de satisfacción. De otro lado, los deseos atendidos por las marcas, cambian de propuesta para seguir diferenciándose. Hace unos años atrás, las marcas resaltaban los aspectos funcionales del producto para atender la necesidad y ahora lo básico es resaltar aspectos emocionales, inclusive en el marketing B2B. Hoy, el panetón en Navidad se compra para compartir, no porque es suave o más sabroso que otro.
La pregunta es, ¿cómo sabemos lo que verdaderamente quiere nuestro mercado?, ¿cómo conocemos aquello que realmente le da valor? En nuestros días ya no se compran productos o servicios, lo que demandan los consumidores son satisfactores o solucionadores de problemas.
Las grandes investigaciones de mercado, en especial los focus group, están dando paso a los estudios etnográficos y la respuesta a estos cambios es que realmente la data sobre los consumidores la encontramos en la calle (costumer journey), y no es sólo poniéndonos en los zapatos del usuario sino caminar con ellos y “ensuciándonos los zapatos.”
En estos tiempos de fuerte competencia, el objetivo es “entender para atender” y no ser un estratega de escritorio, ahí radica la gran diferencia. En base a eso te pregunto: tú, ¿cuál marketero quieres ser?