“Ser emprendedor” suena casi siempre como un título honorífico; sin embargo, creo que es un título a la supervivencia o a la constancia de una persona que ha sabido sobreponerse a muchos retos y dificultades. El principal y a veces el único problema que siempre escucho es la falta de recursos financieros para poder concretar un proyecto. Pese a ello, estoy seguro que es el último de los problemas que, entre tantos, puede afligir a un emprendedor, otros son mucho más importantes de solucionar antes de buscar recursos para materializar las ideas.
En la experiencia de acompañar a muchos emprendedores a formar su propio futuro, vemos como ellos, con una fortaleza increíble, luchan contra muchos retos y son abrumados o descorazonados por pequeñas derrotas que son fruto de la poca preparación de escenarios y la adecuada cobertura de temas como la capacidad de generar valor, fallar en transmitir el valor o simplemente llegar en un momento inadecuado a un cliente excelente.
Los principales retos del emprendedor son identificar a tu verdadero cliente y cuáles son los atributos que él valora como, por ejemplo, unos audífonos Beats donde el valor pagado va más allá del valor de los equipos.
Otro reto es construir un modelo que siempre pueda producir ventas y ser escalado de la forma correcta, muchos emprendimientos no subsisten los “valles de la muerte” (Ford, 2007) y finalmente un emprendedor debe tener visión, pero no necesariamente lo acompañan las habilidades técnicas y comerciales que son de igual importancia. Es por ello que debe tener un equipo que comparta su visión y tengan las habilidades necesarias para ejecutarlo.
Finalmente, el emprendedor debe tener un modelo de negocio fuerte, con planes claros para la escalabilidad técnica y comercial que permita tener un crecimiento sostenido con un equipo de respaldo increíble. Solo después de cumplir esto, la búsqueda de financiamiento es mucho más sencillo.
