La transformación digital, de la que tanto se habla hoy día, implica el acercamiento y la aplicación de la tecnología en todos los aspectos cotidianos de la vida. Este cambio ha permitido que muchas industrias cambien sus modelos de negocio, la interacción con sus consumidores y la forma de buscar nuevas oportunidades, entre otros aspectos. De otro lado, al tener las personas cada vez más acceso a un smartphone, se abre una ventana de oportunidades para informarse, comprar o comunicarse con las empresas que brindan opciones financieras.

La tecnología ha cambiado la forma de pagos, la gestión del dinero, el acceso a crédito, el tipo de cambio, entre otros. Sin embargo, aún queda mucho por trabajar, sobre todo en temas de ahorro. ¿Por qué en nuestro país menos del 20% de peruanos ahorra solo formalmente? ¿Falta de confianza?, ¿falta de educación financiera?, ¿informalidad económica? o ¿mala imagen de la banca? Es todo eso y más. 

Según información de ASBANC, en el Perú, el 11.32% de la población ahorra por fuera del sistema financiero. El 22% de los casos lo hace guardando dinero a través de familiares o amigos, o en su casa (76%). Y de los que lo hacen, la mayoría opta por cuentas de ahorro que pagan menos del 1% en TEA. Solo el 1% de peruanos ahorra en depósito a plazo, que tiene tasas más altas. Estas son cifras que revelan una realidad financiera incipiente en nuestro país.

Ahora, el peruano que ahorra tiene además otras modalidades fuera del sistema bancario, tales como las llamadas “juntas” o “cadenas” muy afianzadas en el país. También existen en la región otras formas de ahorro: en Colombia son "natilleras"; en Bolivia, “pasanaku”; en México, “tanda”: y en Chile, “pollas”, mecanismos usados en espacios familiares, amicales o de colegas de trabajo donde se recauda dinero persona a persona. Como vemos, siempre hay disposición al ahorro por lo que la apuesta por lo digital podría ser una gran alternativa para los nuevos consumidores. 

La decisión de acceder a productos de ahorro e inversión u otras opciones financieras tiene hoy un aliado que el mercado no lo está aprovechando al 100%: lo digital. Son las fintech, los emprendimientos tecnológicos y financieros los que han visto en esta brecha una oportunidad para democratizar el acceso a la formalidad financiera, puesto que el consumidor viene explorando lo digital a pasos agigantados y se hace necesaria mayor información y cultura financiera. 

En este sentido, así como existen mercados virtuales (o marketplace) para comprar bienes de servicio, hoy en día están también estos espacios digitales para interesarse, aprender o acceder a varias opciones de ahorro e inversión que calcen con sus necesidades. El ahorro en todas sus formas es un buen signo. Que se corre más riesgos si es informal, sí; que limita las posibilidades de acceder a otras oportunidades que ofrece el sistema, también; pero el ahorro sin una buena dosis de inclusión financiera limitará el verdadero crecimiento de un país.

Escrito por:

Alfredo Cardoso
Cofundador de Tasatop.com https://www.linkedin.com/in/alfredocardoso1111/ Magíster en Administración de ESAN. Administrador de empresas por la Universidad de Piura.