Hoy el concepto del ahorro cobra singular importancia pues permite a las personas cubrir gastos de primera necesidad en épocas difíciles.
El mundo está afrontando un proceso inflacionario en la mayoría de las economías, lo que ha generado que los bancos centrales apliquen políticas monetarias rigurosas a fin de poder controlar el incremento generalizado de los precios. El problema es que estas medidas aplicadas pueden generar pérdidas de empleo y probablemente una recesión. Ya el Fondo Monetario Internacional ha advertido que para la segunda mitad del 2023 un tercio de las economías afrontarán una recesión. Para poner algunos ejemplos, en Estados Unidos la Reserva Federal ha subido sus tasas de 0.25% a 3% y se espera que cierre en año en 4% o 4.25%. Ello ha generado que los costos de financiamiento se incrementen. Un crédito hipotecario tiene ahora tasas superiores al 6%. El lado positivo es que las tasas para los depósitos de ahorros y retornos de instrumentos de deuda también se ha incrementado.
En este contexto actual, el concepto del ahorro cobra singular importancia pues permite a las personas cubrir sus gastos de primera necesidad en épocas difíciles. Aquí es donde entra el concepto de tasa real que muchas veces no se toma en consideración al momento de escoger donde colocar los excedentes monetarios. La tasa real es el retorno que se obtiene descontando el efecto de la inflación. Por ejemplo, una persona puede decidir guardar su dinero en una cuenta de ahorros que paga una tasa efectiva del 4.5% anual. Si una persona ahorra 100 soles, al cabo de un año tendrá 104.50 soles (no se está considerando gastos de mantenimiento ni otros). Pero qué ocurre si durante ese mismo periodo la inflación ha sido 8%. Lo que antes valía 100 soles ahora cuesta 108 soles. En este ejemplo, la tasa real es negativa pues si bien el banco ha remunerado el ahorro, el dinero ha perdido valor adquisitivo producto de la inflación. Conclusión, deben buscarse alternativas de inversión con tasas reales positivas. En el ejemplo descrito, la persona debe buscar alternativas de ahorro con retornos por encima del 8%.
¿Dónde colocar los excedentes monetarios? Existen muchas alternativas, pero todo dependerá del nivel de riesgo que la persona desee asumir. Los depósitos de ahorro y a plazo suelen ser las alternativas más seguras, pero también las que ofrecen un menor retorno esperado. Hay que explorar otras alternativas: compra de valores en la Bolsa de Valores, compra de cuotas de fondos mutuos, aportes voluntarios en una AFP. Existen también inversiones alternativas como la participación en fondos inmobiliarios o fondos que realizan operaciones de factoring. En estos tiempos de incertidumbre y volatilidad hay que analizar las opciones existentes, teniendo y recordar que las crisis ofrecen siempre oportunidad de inversión.
Fuentes de investigación
Revista Semana Económica
Revista The Economist.
Bloomberg.
