¿Cuál debe ser el rol del gobierno para mejorar el desempeño económico para aumentar la competitividad e impulsar la productividad de nuestro país?

Según los últimos estudios que realizamos en nuestro FILAB con tecnología Bloomberg sobre el impacto del COVID en los mercados financieros, y los avances de la OECD y el World Economic Forum en inteligencia estratégica y gobernanza global, el gobierno podría tomar un rol de un think tank y hub de estrategia multisectorial, como el caso de Singapur, donde se alineen las politicas publicas con las privadas. Primero, deben identificarse las líneas prioritarias para: cubrir los derechos fundamentales del ciudadano, evaluar la sostenibilidad de las empresas y el marco regulatorio y fiscal para la innovación, y una estrategia a largo plazo que se ejecute diariamente. En principio la inclusión, innovación y tecnología deben ser los pilares sobre los cuales se construyan las politicas públicas. El presupuesto publico debe construirse por un equipo de consultores de muy alto nivel técnico que con la ayuda de la data science puedan materializar las politicas públicas. La economía circular, 5G, la cuarta revolución industrial, el futuro de las finanzas en torno de la energía renovable, el cuidado de la salud, la movilidad e infraestructura, la geopolítica y su impacto en el mercado de deuda soberana son algunos de los temas que deben incorporarse en la agenda para acelerar la inversión sostenible con criterios sociales, ambientales y de gobernanza.

Según estimaciones de crecimiento de la economía peruana para este 2021 apunta al 10%. ¿De qué factores dependerá el cumplimiento de esta proyección?

Las estimaciones dependen de los ciclos económicos, por ello hay que observar también algunas variables macroeconómicas como la inflación, el desempleo y las megatendencias globales que siguen nuestros estudiantes en nuestro FILAB con la inteligencia de mercados de Bloomberg. El Banco Central puede modificar la tasa del costo del dinero o la tasa de referencia, para que en escenarios de recesión donde incrementa el desempleo, y se reduce el ingreso disponible de las familias, el crédito sea más barato y las microempresas familiares puedan sostenerse. Históricamente ante escenarios de riesgo político y políticas públicas inconsistentes, el tipo de cambio sube y con ello la inflación, porque existe una correlación positiva entre estas dos variables. El dólar es considerado un bien refugio en escenarios de crisis y la demanda supera a la oferta de este bien. Hay que mirar con prudencia las proyecciones porque los mercados financieros están muy volátiles ante la rápida recuperación económica global y ello afecta directamente nuestra balanza comercial. Además, las tendencias macro globales para controlar el cambio climático en las políticas públicas de Estados Unidos, China y Europa, impulsa el consumo de los commodities como el cobre y litio para la nueva industria verde, que a su vez impactan en nuestro PBI primario exportador al ser Perú la segunda potencia mundial en la producción del cobre. La tendencia más fuerte en los mercados financieros que sostienen a los paises para su crecimiento, actualmente está relacionada a la descarbonización de la economía, los bonos verdes, climáticos para proyectos con tecnología limpia y la productividad con un menor consumo energético, innovación social para la inclusión de toda la ciudadanía y la transparencia en la gobernanza para los grandes proyectos de infraestructura entre otros.

¿Qué otras acciones se necesitan para mejorar la situación económica actual?

Se requiere observar cómo y por qué van cambiando las proyecciones de los principales drivers macroeconómicos y su impacto en las micro y pequeñas empresas que conforman el 99% de la fuerza laboral, como realizamos en nuestro segmento financiero en USIL TV “FILAB Markets”. Según datos de las terminales Bloomberg en nuestro FILAB, la mediana de las proyecciones del crecimiento del PBI Real para el 2021de Bank of America, JP Morgan, Citigroup entre otros es 11.4% y para el 2022 y 2023, 3.5% respecto de una caída del -11.1% en el año 2020. La inflación al 2021 cerraría en 3.8% superando el rango meta de entre 1 y 3%, al igual del 2022 con 3.6%, volviendo al rango meta el 2023 con 2.6%. El desempleo en 12.8% el 2020 iría reduciéndose a niveles de 9.5% y 8% para el 2021 y 2022 respectivamente. El tipo de cambio llegaría a niveles de 4.13, 4.15 y 4.30 el 2021, 2022 y 2023. La escasez de energía está obligando a recortes de la producción de China y Europa en tanto que cada vez más inversionistas están preocupados por la escasez y su impacto en el crecimiento global. Perú puede convertir está transición energética en una oportunidad incorporando estándares más estrictos en materia de emisiones y eficiencia energética para su matriz productiva impulsando investigación y desarrollo de nuevos productos para industrias que están surgiendo en medio del COVID como automóviles eléctricos, biotecnología, nuevos materiales avanzados para semiconductores, etc.

Finalmente, ¿cuál será el futuro de la economía peruana frente a los mercados internacionales?

En tanto que el gobierno diseñe un plan estratégico a largo plazo con coherencia respecto de las últimas tendencias de mercado global en términos de innovación, tecnología e inclusión para la sostenibilidad operativa de las empresas, el control del cambio climático, la incorporación de criterios de gobernanza, e integración de los riesgos geopolíticos el futuro se vislumbra con optimismo. La gestión empresarial debe incorporarse a los procesos de gestión gubernamentales para potenciar su agilidad, la tecnología a través de la inteligencia artificial debe automatizar procesos operativos para enfocarnos en la visión a largo plazo y concentrarnos en cómo la innovación puede atender las necesidades más urgentes de la población. Los cambios de tendencia de los mercados internacionales pueden predecirse y analizarse con herramientas de big data y analytics (data science) que contamos en nuestro FILAB para realizar escenarios de estrés y así tener proyecciones más precisas.

Autor: Juan Antonio Lillo Paredes, economista y jefe del Laboratorio de Finanzas e Inversiones - FILAB de USIL.

Conoce más de la entrevista en la revista Business Empresarial: https://bit.ly/3bLkuYF

Escrito por:

Juan Antonio Lillo Paredes
Economista, M.B.A., P.hD (c ). Jefe del Laboratorio de Finanzas e Inversiones de la USIL, Finance and Investment Lab – FILAB.