Luego de las graves secuelas y daños que nos deja la COVID-19 en la salud y la economía del mundo este año, se visualizan luces de recuperación y crecimiento del PBI mundial en el 2021. Ello impulsado por políticas económicas expansivas de los gobiernos, el lanzamiento de las vacunas y el apoyo gubernamental a los agentes económicos, principalmente, a las empresas en favor del empleo y de la reactivación económica (OCDE, 2020).

Luego de desaceleración del PBI a -4.2 % en el 2020, la producción mundial retomará los niveles pre-pandemia a finales del 2021, según estadísticas de las perspectivas económicas (OCDE, 2020).

De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, el PIB mundial crecerá alrededor de 4.2 % ese año y de 3.7 % en 2022, ayudado por políticas económicas (fiscales y monetarias ad hoc). La recuperación será liderada por China, cuyo crecimiento girará en torno al 8 %, el mismo que representa más de un tercio del incremento de la economía mundial.

Este año, la economía internacional tuvo la peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, que generó el hundimiento de los negocios, el comercio y el turismo por el efecto de las oleadas del virus, que ha terminado con la vida de alrededor de 1,5 millones de personas en el mundo (OMS, 2020).

El avance y el progreso de las vacunas y de los tratamientos ha elevado las expectativas de reactivación económica y de los negocios como resultado de la reducción de la incertidumbre.

Hasta el momento, los intentos de recuperación mundial están respaldados por billones de dólares inyectados por gobiernos y bancos centrales de los países, según la OCDE (2020). La organización recomienda que permanezcan abiertos los grifos de dinero, a pesar del desarrollo y del avance de las vacunas contra el coronavirus.

No obstante, los gobiernos aún deben invertir en medidas de salud pública para mitigar el impacto de los nuevos brotes de la COVID-19 y seguir apoyando a las empresas a través de la generación de entornos favorables y posibilidades de créditos (como, por ejemplo, Reactiva Perú) para una recuperación más rápida cuando se levanten la totalidad de las restricciones.

En conclusión, los estímulos del Gobierno, orientados al apoyo monetario y fiscal deben canalizarse hacia un sólido crecimiento económico, priorizando las inversiones en educación, salud, infraestructura física y digital, dado que la nueva normalidad nos espera con retos y oportunidades para los negocios, y mejores tasas de crecimiento.

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Fuentes de investigación

  • Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – OCDE (2020). Perspectivas económicas. Publicación diciembre.

Escrito por:

José Luis Almerco Palomino

Editor del Journal of Economics, Finance and International Business (JEFIB) y coordinador de las carreras de Economía, Economía y Finanzas, y Economía y Negocios Internacionales de USIL.