La palabra ‘negocio’ proviene del latín negotium (neg significa negación; y otium, ocio), concepto que nos señala acción. Para complementarlo, según la Real Academia de la Lengua Española, negocio se define como “aquello que es objeto o materia de una ocupación lucrativa o de interés”. Hoy, este concepto debe incluir la coyuntura por la COVID-19 y los cambios que ha traído ello, en donde muchos los califican como una era de “nueva normalidad”, en la cual se percibe que no es suficiente tener un buen producto o buenas finanzas para lograr que una empresa lucrativa genere el interés del público consumidor, sino que es necesario agregar otras acciones.
Actualmente, cada vez son más las grandes corporaciones en el mundo que buscan unirse a pequeñas empresas como sus proveedores o clientes, pero ya no se fijan solo en la calidad del producto, sino también que cumplan con cuatro pilares básicos de la responsabilidad social (Olvera, 2017):
- La calidad de vida que brindan a sus colaboradores.
- El vínculo que tienen con la comunidad en la que están enclavadas.
- El cumplimiento con legislación del medio ambiente.
- La ética en los negocios.
Como indica Olvera, muchas de las marcas internacionales con las que las empresas o las pymes quieren hacer negocios, como Disney, Nike, Wal-Mart, Costco, entre otras, piden como requisito (ya ni siquiera como opción) que se cumplan los parámetros de responsabilidad social. Por ejemplo, si una empresa requiere la licencia para poder fabricar productos con personajes de Disney, esta debe comprobar el compromiso de su responsabilidad social.
Para Eduardo Huerta y Diego Ayala, escritores de la revista El Economista (2016), ser socialmente responsable es un buen negocio y lo demuestran en México: desde que inició el IPC Sustentable en 2011, ha tenido mejores resultados que su par, el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC), el principal indicador de la Bolsa Mexicana de Valores.
Detalles sobre modelos de negocios socialmente responsables
Soy consciente de que uno de los objetivos de las empresas privadas es generar utilidades, pero esa no es la única ganancia que debe buscar. Como señalan en la revista argentina La voz del interior, la empresa puede demostrar que cuando crea valor económico, también crea valor social, cultural, ambiental y ético (La voz del interior, 2014).
A raíz del aislamiento social que estamos viviendo hoy, las comunicaciones se han vuelto mucho más importantes, llegan más rápido y en tiempo real. Por ello, es relevante comentar el resultado de un estudio presentado este año en Colombia, que tiene como objetivo analizar la incidencia de la comunicación en las prácticas de responsabilidad social empresarial (RSE) en el desempeño financiero y en la transparencia corporativa. Se analizaron los datos de cuatro empresas de una muestra total de 192, pertenecientes a la Alianza del Pacífico, principalmente de los sectores industrial y financiero en Chile; y del sector minero en Colombia, concluyendo que la comunicación de RSE tiene un efecto positivo sobre el desempeño financiero y la transparencia corporativa, ya que cada día son más los grupos de interés que se preocupan por conocer el impacto de las empresas en los lugares donde realizan sus operaciones (Pinta y Vargas, 2020).
Aunque la responsabilidad social empresarial conlleva un aspecto voluntario en su aplicación, se puede entender que las organizaciones la ejercen cuando prestan especial atención a las expectativas que, sobre su comportamiento, tienen los diferentes stakeholders o grupos de interés (Herrera et al, 2014).
Ya en algunos países se están trabajando de manera formal los modelos de negocio que incluyen la variable social. Incluso, hay un tipo de inversionista que lo considera una variable importante en su toma de decisiones. Por ejemplo, en España la inversión socialmente responsable (ISR) integra las variables financieras tradicionales (rentabilidad y riesgo) con las extras financieras (criterios de responsabilidad social) con el objeto de ofrecer productos con buenos resultados sociales, éticos y medioambientales sin reducir la rentabilidad económica (Cañal-Fernández, V., & Caso-Pardo, C., 2014). Cañal et al agregan que los criterios financieros son importantes en la toma de decisiones de inversión. Sin embargo, existe un consenso general para admitir que los inversores socialmente responsables están más motivados por los aspectos sociales, éticos y/o medioambientales.
¿Qué verdadera ganancia puede tener un modelo de negocio socialmente responsable? Considero que, más que las ganancias económicas, lo que genera un negocio socialmente responsable es obtener una buena reputación, que genere un boca a boca positivo y, con ello, confianza y lealtad en sus clientes, tanto internos como externos. Es decir, una relación sólida a largo plazo. Las empresas son más propensas a trabajar activamente por la responsabilidad social empresarial porque favorecen la mejora de la reputación, de la imagen o del valor de marca (Stanaland, Lwin y Murphy, 2011).
Fuentes de investigación:
https://dle.rae.es/negocio
https://search.proquest.com/docview/1908309071?accountid=43847
https://search.proquest.com/docview/1773383591?accountid=43847
https://search.proquest.com/docview/1548799860?accountid=43847
https://search.proquest.com/docview/2330806117?accountid=43847
http://web.b.ebscohost.com/ehost/detail/detail?vid=12&sid=2db1e268-758f-4ec9-9d05-a3fb6f0592da%40pdc-v-sessmgr03&bdata=Jmxhbmc9ZXMmc2l0ZT1laG9zdC1saXZl#AN=34555698&db=eoah
https://search.proquest.com/docview/1639530702?accountid=43847
http://dx.doi.org/10.1007/s10551-011-0904-z
Real Academia de la Lengua Española, RAE. 2020.Extraído de la página web:
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Olvera, S. (2017, Jun 12). Sugieren tener un negocio socialmente responsable. El Norte. Retrieved from:
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Huerta Eduardo y Ayala Diego. Economista, E. (2016, Mar 16). Ser socialmente responsable resulta ser buen negocio. Economista. Retrieved from:
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Cómo saber si su empresa es responsable y sustentable. (2014, Jul 29). La Voz Del Interior. Retrieved from:
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Yuli Yiced, P. P., & Mónica, V. S. (2020). RSE como estrategia de desempeño financiero y transparencia corporativa. Inclusión & Desarrollo, 7(1), 9-20. Retrieved from:
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Herrera Madueño, J., Larrán Jorge, M., Lechuga Sancho, M. P., & Martínez-Martínez, D. (2016). Responsabilidad social en las pymes: análisis exploratorio de factores explicativos. Revista de Contabilidad - Spanish Accounting Review, 19(1), 31–44.
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Cañal-Fernández, V., & Caso-Pardo, C. (2014). Caracterización de los inversores españoles: La influencia de la inversión socialmente responsable/Spanish investors' characterization: The influence of socially responsible investment. Revista Española De Financiación y Contabilidad, 43(1), 69-90. Retrieved from: https://search.proquest.com/docview/1639530702?accountid=43847
Stanaland, A. J. S., Lwin, M. O. y Murphy, P. E. (2011). Consumer perceptions of the antecedents and consequences of Corporate Social Responsibility. Journal of Business Ethics, 102, 47–55.
http://dx.doi.org/10.1007/s10551-011-0904-z