En 1494, un monje franciscano llamado Fray Luca Pacioli, padre de la Contabilidad, afirmaba, que quien deseaba dedicarse al comercio [negocios] y operar con debida eficacia, necesita fundamentalmente cumplir (o tener) tres condiciones: “(…) dinero o patrimonio, destreza en el cálculo mercantil y conocimientos contables” 1; es decir, capital, conocimientos en matemáticas y contabilidad.

Cinco siglos más tarde, diversas investigaciones confirman lo declarado por Pacioli, al concluir que es importante, para alguien que quiere ser millonario o, por lo menos, acercarse a una meta cuantitativa, aprender matemáticas y negocios. En relación con ello, “Oliver Williams, jefe de WealthInsight, una firma internacional que recopila información sobre millonarios apunta que los estudios de números (como ingeniería, comercio y contabilidad) son una notable ventaja en cuanto a amasar una fortuna personal’” 2.

En el tiempo, las universidades, escuelas de negocios y centros de formación profesional, han comprendido la afirmación de Pacioli e incluyen cursos de contabilidad como parte de sus currículos de estudios, orientándolos a desarrollar competencias de gestión de recursos y dimensionando este tema como herramienta básica para la toma de decisiones.

Esto es así porque nadie puede tomar decisiones en condiciones de incertidumbre sobre información financiera y de otro tipo. Es decir, se debe evitar el riesgo de una decisión al azar en un campo no explorado. En tal sentido, los estudios relacionados con la gestión de patrimonios se encuentran entre las preferidas de las personas. Así, de acuerdo con el MBACentral.org, el estudio de la contabilidad se encuentra en la posición número siete de un total de treinta carreras de grado más populares, estudiadas por millonarios 4.

Por otro lado, los estándares contables en base a los cuales, la información financiera debe ser elaborada, establecen que “los informes financieros se preparan para usuarios que tienen un conocimiento razonable de las actividades económicas y del mundo de los negocios, y que revisan y analizan la información con diligencia (…)” 4; dicho de otro modo, los contadores damos por descontado que el lector de la información se encuentra debidamente preparado para comprender dicha información y sus aristas.

En consecuencia, si bien, el foco de atención de este artículo no es necesariamente el estudio de la contabilidad como carrera profesional, resalta que debe ponerse atención en ella. Es, sin duda, una herramienta fundamental en la formación integral de profesionales, más aún cuando aquella formación se basa en pilares como el emprendimiento y la globalización.

(1) Pag. 72. Hernández Esteve, Esteban (2009). “De las Cuentas y las Escrituras”. Asociación Española de Contabilidad y Administración de Empresas. Madrid, España. Internet: www.aeca.es
(2) Semana Económica (2017). Qué hay que estudiar para ser multimillonario. Recuperado el 10 de abril de 2020, desde: https://www.semana.com/educacion/articulo/que-estudiaron-los-millonarios/530455
(3) MBACentral.org. 30 Most Popular Degree Majors Studied by Millionaires. Recuperado el 10 de abril de 2020, desde: https://www.mbacentral.org/30-popular-degrees-studied-millionaires/
(4) Párrafo 2.36, página A35. International Accounting Standards Board (2018). El Marco Conceptual para la Información Financiera.

Fuentes de investigación:

Escrito por:

Dr. Walter Saúl Apaza Mendoza
Docente de la Facultad de Ciencias Empresariales de USIL y coautor del libro “Contabilidad para todos” del Fondo Editorial de USIL. Contador público, doctor en Ciencias Contables y Financieras, maestro en Contabilidad y Finanzas y máster en Gerencia Pública.