Los procesos de acreditación institucional se enfocan en la identificación de mecanismos eficaces para el aseguramiento de la calidad educativa, así como en el reconocimiento de oportunidades de mejora como proyecto universitario. La evaluación transversal (como un todo) de una casa de estudios es una práctica que revela el compromiso de brindar una formación de altos estándares a través de actividades sostenidas y potenciadas en el tiempo.
Los diversos modelos nacionales e internacionales existentes coinciden en la demostración de la eficacia de las acciones emprendidas en beneficio de los estudiantes y la sociedad en general. Las instituciones de educación superior entienden la importancia de este tipo de proyectos, por ello, inician de manera voluntaria su carrera a la obtención de la credencial.
Ahora, ¿se trata de una competencia entre las casas de estudio? No es el fin, el objetivo es que se convierta en una actividad habitual, que se configure como un mecanismo para mantener y potenciar el nivel de calidad de las instituciones, manteniéndose alineada a lo que el mundo demanda. Los beneficiados serán los futuros profesionales, pues tendrán la certeza de recibir una educación adecuada, con los recursos necesarios como soporte y alienada a las tendencias del mercado.
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