Descubre los retos actuales del derecho a la alimentación y cómo lograr dietas sostenibles para todos. 

Por: Lorena Saavedra García, docente investigadora de la carrera de Nutrición y Dietética de USIL.

Cada 16 de octubre, el Día Mundial de la Alimentación invita a reflexionar sobre los avances y desafíos en torno al derecho a una alimentación adecuada, que implica que toda persona pueda acceder de manera física y económica a alimentos suficientes, inocuos y culturalmente pertinentes para llevar una vida activa y saludable. Sin embargo, este derecho sigue sin garantizarse plenamente en el mundo. 

Hambre y desigualdad: una realidad que persiste 

En 2024, se estima que entre 638 y 720 millones de personas padecieron hambre, lo que equivale al 7,8 % y 8,8 % de la población mundial. Aunque esta cifra es ligeramente menor a la registrada en 2022, sigue siendo alarmante. Además, alrededor de 2300 millones de personas vivieron inseguridad alimentaria moderada o grave, con un impacto mayor en las zonas rurales y entre las mujeres. 

A esto se suma el reto de la asequibilidad: en 2024, el costo promedio de una dieta saludable alcanzó los 4,46 dólares diarios por persona, un incremento respecto a los 4,01 dólares de 2022. Aunque globalmente disminuyó el número de personas que no pueden costear una dieta saludable (de 2760 millones en 2019 a 2600 millones en 2024), en África la cifra aumentó y hoy supera los 1000 millones de personas

La doble carga de la malnutrición: contrastes que conviven 

En un mismo país, región o incluso hogar, pueden coexistir déficits y excesos nutricionales. Este fenómeno, conocido como doble carga de la malnutrición, se manifiesta en la persistencia del retraso en el crecimiento infantil junto con el aumento del sobrepeso y la obesidad. 

En el Perú, los avances contra la desnutrición infantil se han ralentizado desde 2018, mientras que el exceso de peso continúa en ascenso: 63 % de los adultos y cerca de 10 % de los niños menores de 5 años presentan sobrepeso u obesidad

Un estudio reciente reveló que 1 de cada 5 personas con sobrepeso ya cumple criterios de obesidad clínica, y más de 1 de cada 3 peruanos presenta obesidad preclínica, lo que evidencia que gran parte de la carga de obesidad permanece “oculta” bajo las clasificaciones tradicionales. 

Políticas y sistemas alimentarios: el desafío de la integración 

Los cambios en los sistemas alimentarios son determinantes en este escenario. La creciente dependencia de productos de mercado y el desplazamiento de alimentos locales y tradicionales han favorecido la expansión de la doble carga. 

Para enfrentarla, las políticas deben asegurar la disponibilidad y asequibilidad de alimentos saludables, así como mejorar los entornos alimentarios. Sin embargo, en muchos países, las estrategias contra la desnutrición infantil y la obesidad funcionan de manera aislada. Solo un enfoque común de gobernanza que integre todas las formas de malnutrición puede revertir las tendencias. 

La importancia del trabajo intersectorial 

Asegurar la seguridad alimentaria y nutricional no es tarea exclusiva del sector salud. Los enfoques multisectoriales e intersectoriales —que articulan agricultura, educación, protección social, agua y saneamiento— son los que generan cambios sostenibles. 

Ejemplos de acción coordinada: 

  • Agricultura: fomentar la producción local de frutas, verduras y legumbres. 

  • Educación: integrar la alimentación saludable en el currículo escolar. 

  • Políticas sociales: ampliar transferencias para costear dietas saludables. 

  • Economía: aplicar impuestos a bebidas azucaradas. 

  • Salud: fortalecer la atención primaria y promover entornos saludables. 

En América Latina, los programas de alimentación escolar son un ejemplo exitoso de articulación entre sectores, así como la regulación de la sal y grasas trans en la industria alimentaria. 

Conclusión 

La alimentación es un derecho, no un privilegio. Alcanzarlo requiere transformar los sistemas alimentarios, superar la fragmentación de las políticas y trabajar de manera integrada. Solo así podremos garantizar un futuro más equitativo, saludable y sostenible

 

 

Referencias 

  • FAO, FIDA, OMS, PMA, UNICEF. El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo 2025: Hacer frente a la inflación alta de los precios de los alimentos en aras de la seguridad alimentaria y la nutrición. Roma: FAO; 2025. 

  • Guerra Valencia J, Hernández-Vásquez A, Mayta-Tristán P, Saavedra-García L, Vargas-Fernández R. The new definition of obesity: an analysis of a population-based survey in an Andean country. Lancet Reg Health Am. 2025;50:101217. 

  • Seferidi P, Guzman-Abello L, Ballard E, Creed-Kanashiro HM, Huicho L, Miranda JJ, et al. Actions against the double burden of malnutrition in Peru: a community-informed system dynamics model. Lancet Reg Health Am. 2025;46:101102. 

  • Gaihre S, Kyle J, Semple S, Smith J, Marais D, Subedi M, et al. Bridging barriers to advance multisector approaches to improve food security, nutrition and population health in Nepal: transdisciplinary perspectives. BMC Public Health. 2019;19:961.